Nuevo blogger

Desde el inicio de este año 2011, este blog pasa a escribirlo mi personaje más admirado, el jardinero. No es un ser irreal, pues tiene existencia en ese mundo que se halla más allá del tiempo y del espacio, en el Alam al-Mithal de los místicos sufíes, lo que Jung hubiera llamado el inconsciente colectivo.
Quién sabe, quizás sea él un ser real, y yo un personaje de su imaginación.
Grian

2 ene 2011

Con tu permiso, Grian

Fotografía de Frank Kovalchek

Es evidente que Grian no se ve capaz de sacar adelante este blog. Siempre anda lamentándose de que no dispone de tiempo suficiente. Ni siquiera ahora, que se ha quedado sin trabajo.
Pobre muchacho.
Digo “muchacho” porque, para mí, siempre será un muchacho. Como cuando le conocí en el jardín, hace ya… hace…
(…) ¡Qué más da!
En este mundo no existe el tiempo, de modo que no sabría decir cuántos años hace que nos conocimos.
Aquí pasan las estaciones en un ciclo sin fin, y nadie cuenta los ciclos, que simplemente se suceden sin cesar, envolviéndonos con la magia de cada instante.
Con la primavera, el jardín se llena de colores, de flores, de mariposas, de hojas nuevas de un verde luminoso. Luego viene el verano, y el arroyo le entrega al viento el hechizo de sus borboteos, invitando a todos los seres a refrescarse en sus orillas. Después, el otoño posa su mansa mano sobre nuestro corazón, deleitándonos con todos los colores del manto de la Dama Tierra. Y, finalmente, el invierno sopla en nuestras sienes como un anciano severo, pero sabio, dando reposo a nuestra alma con suaves mantos blancos, y con el silencioso crepitar del fuego en el hogar.
Hace tiempo que Grian no vive los ciclos primigenios, viendo pasar las estaciones desde detrás de la ventana de su despacho. Quizás por eso se imagina que no tiene tiempo; porque, cuando se vive en el tiempo, de lo que careces precisamente es de tiempo.
Yo le diría que viniera aquí, a mi mundo, de vez en cuando; aunque sólo fuera para que se encontrara con todo el tiempo del mundo, el de este mundo atemporal en el que en otro tiempo pasó largas temporadas. Pero a nadie se le ha dado vencer los miedos de los demás, y Grian tendrá que afrontar, solo, su miedo a encontrarse cara a cara con aquél que fue y que aún mora en su interior.
Mientras tanto, escribiré yo por él en este blog. Alguien tendrá que hablar desde el Manantial de las Miradas, desde el jardín, desde más allá del espacio y el tiempo.
Quizás así se atreva a mirarse de nuevo en la alberca del manantial. 

2 comentarios:

  1. Te agradezco, desde lo más profundo de mi alma, que hayas decidido escribir por él... llevo días en el Manantial de las Miradas, en nuestro hermoso jardín, esperando su retorno. Volverá pronto, lo sé, lo presiento <3
    Layla

    ResponderEliminar
  2. ¡Al fin...! Volvemos al jardín.
    Estrella

    ResponderEliminar

Libros de Grian

Grian en el Instituto Cervantes