Nuevo blogger

Desde el inicio de este año 2011, este blog pasa a escribirlo mi personaje más admirado, el jardinero. No es un ser irreal, pues tiene existencia en ese mundo que se halla más allá del tiempo y del espacio, en el Alam al-Mithal de los místicos sufíes, lo que Jung hubiera llamado el inconsciente colectivo.
Quién sabe, quizás sea él un ser real, y yo un personaje de su imaginación.
Grian

19 abr 2010

Una foto del principio


Hoy le he escrito un correo a la mujer de esta foto.
Su nombre es Jan Rose Kasmir, y cuando el fotógrafo Marc Riboud, ahora mundialmente famoso, le tomó esta foto, ella tenía 17 años. Fue en 1967, durante una de las primeras grandes manifestaciones pacifistas de la historia, durante la famosa Marcha sobre el Pentágono que los jóvenes de la contracultura de aquellos años realizaron intentando parar la Guerra de Vietnam.
Las cinco fotos que tengo de estos instantes me tienen fascinado desde hace unos años, cuando las descubrí. Una adolescente, armada con una flor, frente a una línea de soldados armados y pertrechados para el combate. Todo un símbolo, un icono del pacifismo; y un icono de lo que fue la Generación Woodstock, la generación que dio a luz a los hippies, tan ridiculizados por algunos (algunos que jamás se atreverían a hacer lo que hizo esta joven hippie con sólo 17 años). No olvidemos que, en aquellos tiempos, la policía en Estados Unidos respetaba aún menos los derechos civiles de lo que pueda hacerlo ahora, y que la Guardia Nacional, la misma que tenía delante esta joven, mataría tres años después a cuatro chicos de la Universidad Estatal de Kent en Ohio en una manifestación similar.
Hoy le he escrito un correo a Jan Rose, y me he sentido extraño, muy extraño. Ella tiene ahora 60 años, pero no deja de ser aquella joven que se ganó un lugar en la historia del siglo XX con aquel valeroso y emotivo gesto; no deja de ser la hippie que fue, purificada por los años y por el sufrimiento que toda vida comporta; sigue siendo la idealista pacifista, la joven que soñó con que un mundo mejor era posible y que, por lo que sé, no se ha rendido a la evidencia de que las cosas no han cambiado demasiado. Cuando se inició la Guerra de Iraq, la cámara de Riboud la volvió a captar en una manifestación por la paz, esta vez en Londres.
Al parecer, no se ha rendido. Después de más de 40 años, sigue pensando que es posible hacer un mundo mejor.
Por favor, que nadie se ría nunca más de los hippies. No se lo merecen. No nos lo merecemos. Quisieron un mundo mejor para todos, y muchos de ellos han seguido luchando durante toda su vida por ese noble fin. Reírse de personas así es de mal nacidos.
El movimiento hippie fue una explosión de esperanza, de amor inocente y puro, de hermandad, de buena voluntad (quien tenga ocasión, que vea el documental “Woodstock” de Michael Wadleigh, por el cual se llevó un Óscar). Se cometieron errores, qué duda cabe; muchos errores; sobre todo con las drogas. Pero la historia hace balance finalmente y se suele quedar con lo mejor y más luminoso de las personas buenas y luminosas, y los hippies pasarán a la historia como el primer movimiento masivo, casi a escala global, que lanzó un rayo de esperanza en una sociedad hipócrita y cargada de pecados inconfesables. Curiosamente, los hippies nunca ocultaron sus pecados. Como diríamos ahora, eran “auténticos”.
Jan Rose Kasmir, la antigua hippie de la foto, vendrá a España a celebrar el Día Internacional de la Paz con nosotros, el Proyecto Ávalon. Ahora ya no parece una hippie, claro está, y ha madurado, como maduramos todos los de aquella generación. Los errores de bulto quedaron atrás, y lo que queda es lo más luminoso de aquel espíritu que cambió el mundo a mediados de los 60. Al menos, eso dicen los estudios sociológicos sobre los Creativos Culturales. Y eso mismo vaticinó otro hippie mundialmente famoso, el hermano John Lennon: que aquel movimiento no acabó a mediados de los años 70; que, simplemente se soterró y maduró. “Aquello no fue el final. Fue el principio”, dijo.
Y yo lo creo con toda mi alma.


4 comentarios:

  1. Y DEBEMOS AÚN SEGUIR LUCHANDO PACIFICAMENTE POR UN MUNDO MEJOR Y NO ES UTOPÍA PENSAR O SENTIR QUE SI SEGUIMOS SOÑANDO,LUCHANDO SE PUEDE LOGRAR...ES MI DESEO.JUDITH CÁNOVA

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  2. ¡Qué alegría ver a personas animadas por ese espíritu de lucha, Judith! Gracias por tu comentario, y por tu fuerza.

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  3. Estas palabras me han cambiado la vida...y me alegro de que almenos alguien le tenga respeto a estas personas que luchan por la paz...

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  4. Gracias, Yami no ryu. Cuando escribí esto aún no conocía a Jan Rose Kasmir. Ahora puedo decir que tengo el honor de ser su amigo. Esta mujer es un mito, aunque pocos sepan su nombre y ahora sea una persona casi anónima. Pero sigue alentando el fuego de un mundo mejor en su pecho, a pesar de los años, a pesar de los golpes que le dio la vida. Ella, y yo, y otros muchos, seguiremos luchando por un mundo mejor, un mundo sin guerras, sin injusticias, respetuoso con la vida y la Tierra, hasta el final. Algún día llegará una generación que conseguirá el objetivo, porque ésta es una lucha de generaciones.

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