Nuevo blogger

Desde el inicio de este año 2011, este blog pasa a escribirlo mi personaje más admirado, el jardinero. No es un ser irreal, pues tiene existencia en ese mundo que se halla más allá del tiempo y del espacio, en el Alam al-Mithal de los místicos sufíes, lo que Jung hubiera llamado el inconsciente colectivo.
Quién sabe, quizás sea él un ser real, y yo un personaje de su imaginación.
Grian

17 dic 2009

Vivir


Esta mañana, cuando iba a tomarme el café en la cafetería a la que suelo ir a dar un bocado, me he fijado en una de esas frases que, en ocasiones, uno se encuentra en los sobrecitos de azúcar. Era una frase de Napoleón Bonaparte.

No es que este hombre sea santo de mi devoción, pues nunca me han gustado aquéllos que se enzarzan en guerras absurdas por una cuestión de orgullo, vanidad o ansia de gloria, enviando a los jóvenes soldados a la muerte mientras ellos se quedan atrás jugando a sus particulares “war games” en un mapa. Pero lo cierto es que su frase me ha hecho sentirme un poco más cerca de él como ser humano.

“Prefiero sufrir a no sentir.”

Eso decía Napoleón al final de una frase más larga que ya no recuerdo. Y digo que me ha hecho sentirme un poco más cerca de él, en primer lugar, porque traslucía la experiencia humana que todos compartimos; y, en segundo lugar, porque yo podría suscribir esas palabras.

A lo largo de la vida, nos vemos sumergidos de pronto en tiempos que, por extraño que nos parezca, se nos antojan «demasiado» apacibles. Todo nos va relativamente bien, los días pasan sin grandes sobresaltos, unos tras otros, muy parecidos entre sí... Y, sin embargo, parece que nos falta algo, un “algo” que yo siempre he identificado con la Vida, con el hecho de vivir intensamente.
Se puede vivir intensamente con una gran alegría o una gran felicidad, con el amor correspondido, con los grandes logros y todo lo demás. Pero también vivimos intensamente a través de los contratiempos, de los reveses de la vida e, incluso, del dolor. Cierto es que en modo alguno es agradable, y que uno prefiere estar en cualquier otro lugar antes que pasándolo mal. Pero, allá en el fondo, aquél que en realidad uno es, esa consciencia serena que contempla la vida con sus vaivenes, esa consciencia que está por detrás de los pensamientos y que “sabe” que no es sus pensamientos, prefiere la intensidad de los malos ratos a la insoportable calma chicha del día a día no vivido, de esa vida pequeña y cansina que, por no arriesgarnos a sufrir, se nos pasa sin darnos cuenta.

Quizás por eso he hecho más de una locura en esta vida, locuras que en ocasiones me han llevado a pasarlo realmente mal. Y quizás por esto siento que, aunque me llegara la muerte mañana, podría irme al otro lado con cierta tranquilidad, con la serena convicción de haber vivido de verdad.

2 comentarios:

  1. Hola Grian, soy Eva de Andújar.Tengo rachas en las que todo es demasiado apacible y a veces me da ¨miedo¨ porque es como si me dijera: estoy bien, pero no pasa nada más.En mi vida no he hecho muchas locuras y aún así lo he pasado realmente mal y me arrepiento de no haberme arriesgado en muchas cosas; sin embargo, como siento, pienso y actúo hoy día, es el resultado de los momentos que realmente he vivido y los que he sobrevivido. Y si mañana me llegar la muerte, no sé si me iría convencida de haber vivido plenamente, pero sí me iría tranquila y creo que hasta feliz,(que cosas ¿no?).Un placer leerte.Gracias.Un abrazo

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  2. Me alegra ver que te llevas tan bien con la Vida, Eva. Muchas gracias por tu comentario.

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